Mantenerse hidratado es crucial, nuestro cuerpo está formado por un 60% de agua y necesitamos la cantidad suficiente para alimentar nuestro organismo y mantener nuestros órganos funcionando correctamente. Después de una larga noche de sueño es habitual despertarse sintiéndose un poco deshidratado, así que para combatirlo muchos de nosotros tomamos un vaso de agua para rehidratarnos.
El agua que la mayoría de nosotros elegimos para beber primero suele estar fría, pero muchas personas no saben que beber agua caliente en su lugar tiene varios beneficios, desde mejorar la digestión hasta aliviar el estreñimiento, la congestión de los senos nasales y los calambres.
Es importante recordar que beber cualquier agua apta para el consumo humano le hará bien a su cuerpo – porque demasiados de nosotros no bebemos lo suficiente. Actualmente, los expertos recomiendan que la mayoría de la gente beba entre 11 y 16 vasos al día, aunque esta cantidad varía en función de muchos factores, como la edad, el nivel de actividad, el clima y las necesidades corporales individuales.
Pero, ¿hay algo de cierto en la creencia de que beber agua caliente a primera hora de la mañana es beneficioso? No se han realizado muchos estudios sobre los beneficios del agua caliente, pero sí se han llevado a cabo algunas investigaciones, ¡así que siga leyendo mientras analizamos todas las razones científicas por las que debería plantearse pasar del agua fría al agua caliente! También analizaremos los orígenes de esta práctica y le revelaremos la temperatura correcta a la que debe aspirar si desea beber agua caliente, además de compartir algunos consejos prácticos para que el agua caliente que beba sepa mejor.
