7. Planifica tus comidas con antelación
La planificación de las comidas puede parecer una tarea ardua, pero con la práctica se hace más rápida y fácil. Al planificar las comidas de la semana, incluyendo el desayuno, la comida, la cena y los tentempiés, sólo compras los alimentos que necesitas y no desperdicias nada.
También puedes hacer un “shelfie” -una foto del interior de tu nevera y armarios- para recordar lo que ya tienes y no malgastar dinero en duplicidades.
No hace falta una agenda de planificación de alimentos de lujo, basta con una simple tabla en la cocina. Dedica un tiempo, quizás el domingo por la mañana, a escribir cada comida y lo que necesitarás comprar para prepararla, antes de ir a comprar.
Resumen:
La planificación de las comidas te ahorrará tiempo durante el ajetreo de la semana laboral y, en última instancia, te permitirá ahorrar dinero en la compra de alimentos al evitar que compres demasiados artículos innecesarios.
