Aparte de mantenerse bien hidratado, ¿cuál es la única cosa que siempre hemos considerado cierta cuando se trata de mantener nuestros intestinos sanos y prevenir el estreñimiento? Exacto: ¡comer más fibra!
Posiblemente el menos glamuroso de todos los nutrientes, la fibra, que se encuentra en las frutas y verduras con piel comestible (como las patatas y las manzanas), los cereales integrales, las judías y las legumbres, es un nutriente del que muchos de nosotros no comemos lo suficiente.
Si sufre estreñimiento y ha hablado de ello con un profesional médico, lo más probable es que le haya preguntado por su ingesta de fibra y le haya sugerido que la aumente. A menudo se aconsejan alimentos ricos en fibra, junto con bebidas y geles con infusión de fibra, para ayudar a mejorar y prevenir el estreñimiento.
Pero, como todas las cosas que tienen que ver con nuestra salud, todos somos diferentes y los distintos consejos funcionarán de forma diferente en cada persona. Ahora hay pruebas que sugieren que aconsejar a la gente que coma más fibra para prevenir el estreñimiento ¡podría ser un error!
Parece que no existe una solución única para todos en lo que se refiere a la fibra y la frecuencia de nuestras visitas al baño. Así pues, echemos un vistazo más de cerca a la fibra y sus efectos en nuestro tracto digestivo.