3. Favorece la salud del corazón
Nuestro corazón también se beneficia del consumo regular de nueces y todo ello se debe a su capacidad para reducir los niveles de colesterol malo.
Como descubrimos anteriormente, los polifenoles que se encuentran en las nueces tienen un impacto sobre el colesterol malo, o LDL, y ayudan a reducir los niveles de este peligroso tipo de grasa o lípido sanguíneo. Además, los compuestos de los frutos secos también pueden aumentar el tamaño de las partículas del colesterol LDL presente en el torrente sanguíneo. Se trata de una ciencia emergente, pero se cree que cuanto mayor sea el tamaño de las partículas de las grasas LDL, menos perjudiciales serán.
No sólo eso, algunos frutos secos, incluidas las avellanas y las almendras, pueden ayudar a elevar los niveles de colesterol bueno, o HDL. Se cree que esto se debe a la presencia de grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas saludables. Unos niveles más altos de colesterol bueno tienen un efecto protector sobre el corazón.
Consumir nueces también puede tener un efecto positivo sobre la presión arterial y el síndrome metabólico (un conjunto de problemas de salud como el colesterol alto, la hipertensión y la diabetes de tipo 2). Esto ha llevado a los investigadores a concluir que “las nueces tienen un impacto beneficioso sobre muchos factores de riesgo cardiovascular” que contribuyen a reducir nuestro riesgo de desarrollar enfermedades cardiacas. Sin duda, ¡un alimento cardiosaludable!