¿Por qué hay aceite vegetal en mi leche no láctea?
Como ya se ha mencionado, las leches vegetales suelen tener niveles más bajos de grasas saturadas que la leche de vaca. Pero esto no siempre significa que no contengan grasa; de hecho, algunas leches no lácteas contienen aceite de girasol o de colza, lo que puede significar que no son tan saludables como pensamos. Estos aceites aumentan su contenido en grasa y calorías si los utilizamos en batidos y sobre los cereales, o si los bebemos en grandes cantidades todos los días.
Los aceites se añaden como un emulsionante que ayuda a unir las partes solubles en agua y grasa de la leche. Si lo recuerda de sus clases de ciencias en el colegio, el aceite y el agua no se mezclan – si mezclamos agua con las grasas y aceites saludables de las almendras, por ejemplo, para crear leche de almendras (el agua es un ingrediente principal en cualquier leche de origen vegetal), necesitamos un emulsionante para ayudar a que se mezclen y se mantengan mezclados).
El problema es que este tipo de aceites vegetales son ejemplos de ácidos grasos poliinsaturados, o AGPI, ricos en omega-6, y están tan omnipresentes en nuestra dieta occidental que los consumimos en exceso. Unos niveles elevados de omega-6 en la dieta pueden provocar inflamación. Cierta inflamación es saludable: forma parte de nuestra respuesta inmunitaria normal. Pero si se deja que se acumule, puede volverse crónica y provocar enfermedades inflamatorias crónicas como cardiopatías, obesidad y diabetes de tipo 2.
La inflamación puede verse incrementada por una dieta rica en grasas saturadas y AGPI, sal y azúcar, así como por el sobrepeso o la obesidad y un estilo de vida estresante.
Por lo tanto, beber leches vegetales con aceites vegetales añadidos también puede contribuir a la inflamación, pero sólo si bebe grandes cantidades todos los días. No existe un límite, pero le sugerimos que busque una leche no láctea sin aceites vegetales añadidos o que utilice una que contenga pequeñas cantidades.
